Empresas de diferentes sectores y tamaños pueden solicitar un préstamo comercial. He aquí algunos ejemplos de los tipos de empresas que pueden beneficiarse de un préstamo comercial:

Empresarios individuales: Los empresarios individuales, como los autónomos, los autoempresarios y los trabajadores por cuenta propia, pueden solicitar un préstamo empresarial para financiar sus actividades, comprar equipos, desarrollar su negocio o satisfacer otras necesidades financieras.

Pequeñas y medianas empresas (PYME): Las PYME, ya sean sociedades de responsabilidad limitada (SARL), sociedades anónimas (SA) u otras formas jurídicas, pueden obtener un préstamo empresarial para apoyar su crecimiento, invertir en nuevos equipos, gestionar su capital circulante o ampliar sus actividades.

Startups: Las startups en sus primeras etapas pueden necesitar financiación para financiar su lanzamiento, desarrollar su producto o servicio, contratar personal o cubrir los gastos operativos iniciales. Los préstamos para empresas pueden ser una opción para apoyar su crecimiento.

Empresas en expansión: Las empresas en rápido crecimiento pueden solicitar un préstamo empresarial para apoyar su expansión, por ejemplo abriendo nuevas sedes, invirtiendo en investigación y desarrollo o aumentando su capacidad de producción.

Empresas del sector artesanal: Las empresas del sector artesanal, como artesanos, comercios locales, restaurantes, etc., pueden necesitar financiación adicional para adquirir herramientas, modernizar sus instalaciones, ampliar su negocio o cubrir otras necesidades específicas relacionadas con su actividad.